
Turrón casero
ALTERNATIVA DULCE PARA ESTAS NAVIDADES
El turrón es, sin lugar a dudas, uno de los grandes protagonistas de las Navidades, junto con los clásicos mazapanes, bombones y polvorones. Este producto en sus comienzos nació de la combinación de distintos alimentos. Sobre todo: azúcar, miel, almendras y huevo. En la actualidad, ya podemos encontrar en las tiendas turrones de todo tipo: duros o blandos, de chocolate y arroz, chocolate y almendras, trufa, nueces, nata, coco, etc.
Si nos fijamos más detenidamente en los componentes que presenta por ejemplo el turrón duro de almendra, puede decirse que, nutricionalmente hablando, la grasa que contiene es de calidad, ya que proviene de las almendras y por ello, este producto presenta ácidos grasos esenciales como ácido oleico y el linoleico (precursor de los omega 3). En cuanto a sus proteínas, también son de alto valor biológico ya que provienen del huevo. Sin embargo, los hidratos de carbono que contiene suelen ser simples es decir, azúcares y es por ello que a pesar de los beneficios anteriores, el tener un alto contenido en azúcares simples (30-40%), hace que sea un alimento que debería consumirse de manera ocasional y en pequeñas cantidades, ya que tiene un elevado aporte calórico (en torno a las 500-600 kilocalorías por cada 100 gramos).
Desde el CIN (Centro de Investigación en Nutrición), os proponemos una versión distinta al turrón clásico para que disfrutéis de este dulce navideño de manera más saludable.
Ingredientes:
- 400 gramos de arroz inflado o quinoa inflada.
- 3 cucharadas de aceite de coco.
- 60 g de edulcorante (Eritrol, xilitol o stevia).
- 1 cucharadita de canela.
- 200 gramos de chocolate negro
- 1 puñado de almendras picadas (pueden ser tostadas en la sartén).
- 1 cucharada de crema de frutos secos (por ejemplo,crema de almendras).
- Decorar opcional: 100 g chocolate blanco sin azucar (tableta) fundido con una cucharadita de aceite de coco. Añadir por encima.
Elaboración:
- Derretir en un bol al baño María los 200 gramos de chocolate negro junto con 2 cucharadas de aceite de coco. Con ayuda de una cuchara de madera, remover la mezcla a fuego lento durante unos 4 minutos.
- Juntar en un recipiente el resto de ingredientes y añadir lentamente el chocolate fundido. Mezclar bien para que todo quede cubierto de chocolate.
- Esparcir la mezcla en un molde rectangular de unos 22×17 cm cubierto. Con una espátula o una cuchara grande, repartir bien para que quede de manera uniforme.
- Dejar enfriar en la nevera durante al menos 2 horas antes de cortar en pedacitos y servir.

Por María Goñi Echeverria,
Centro de Investigación en Nutrición de la Universidad de Navarra.